Serge_M69
20 de mayo de 2024
Un buen hotel en una de las calles más céntricas de Ubud, con una amplia zona verde y casas de dos o tres plantas con habitaciones espaciosas. Hay dos salidas: a una concurrida calle comercial y a una tranquila calle secundaria. Las principales atracciones están a poca distancia a pie: el Bosque de los Monos, templos, etc. No hay problemas con cafeterías, masajes, casas de cambio ni otras tiendas; justo a la vuelta de la esquina hay un Starbucks con buen café. Hay un pequeño aparcamiento a ambos lados del hotel; no tuvimos problemas con el coche. Para llegar a la piscina y al desayuno desde la recepción, primero hay que bajar con una pendiente pronunciada hasta el río que cruza el hotel y luego subir con la misma pendiente. Con lluvia, esto puede ser un poco problemático: el camino está resbaladizo, pero hay escaleras alrededor. Por la noche puede haber ruido de las cafeterías cercanas, pero a medianoche se calman. Las habitaciones son sencillas, bastante espaciosas, y hay internet, aunque no es rápido. Hay un pequeño espacio frente a la entrada, con dos sillas y una mesa, donde se puede sentar por la noche. La plomería de las habitaciones está un poco deteriorada, pero funciona. La limpieza se realiza a diario y todo está impecable. La piscina no es muy grande, pero es cómoda. Hay diez tumbonas con sombrillas y toallas de playa disponibles allí mismo, cerca de la cafetería. Los desayunos no fueron muy agradables; la variedad es escasa y monótona; con tanta gente, puede resultar demasiado concurrido. Tengan cuidado con los "huéspedes" del Bosque de los Monos; los lugareños suelen visitar el hotel; pueden robar fácilmente. En general, no está mal, es acogedor; me gustó todo.
Texto originalTraducción facilitada por Google